La inversión en la construcción inteligente superará los 14.000 M€ en 2019
Durante los últimos años se ha visto cómo la inversión en la construcción inteligente ha aumentado notablemente, tanto es así, que para este año se prevé que se superen los 14.000 M€. Solo con este dato ya se entiende el interés de las empresas por este tipo de construcción y por los beneficios que les aportará para sus intereses, entre ellos, la mejora del rendimiento del negocio.
La eficiencia energética cuenta con un gran papel dentro de la de edificación inteligente. Las soluciones inteligentes de gestión de la energía instauradas en los edificios provocan que se optimicen el rendimiento de los sistemas, así como los consumos, lo que conlleva poder alcanzar grandes cuotas de eficiencia energética.
Otro de los beneficios que dota la construcción inteligente es la utilización de tecnologías emergentes, como el Internet de las Cosas, el Big Data o el software inteligente. Estos elementos imprescindibles en las nueva edificaciones son capaces de detectar y adelantarse a fallos y diagnósticos, permitiendo de esta forma, mejorar la seguridad de las personas e, incluso, medir la salud organizacional de la propia empresa.
La idea de empezar a construir edificios inteligentes se tiene que llevar a cabo desde el primer momento en que se empieza a concebir el proyecto. Es importante conocer de antemano la lección que se va a hacer de las tecnologías y los diferentes componentes que se van a utilizar, así como el tratamiento de los datos recogidos previamente para el alcance de los objetivos. Para que un edificio pueda considerarse como inteligente debe cumplir una serie de requisitos como ser sostenible, mejorando así la eficiencia energética; además, debe ser flexible y saludable y tener uso de datos y análisis.